Repositorio de estudios mineros

Varios informes de riesgos globales han empezado a identificar en la oferta de minerales estratégicos para la transición energética una de las principales brechas para alcanzar las metas de carbono neutralidad previstas para 2050. Este estudio hace un análisis muy completo – y actualizado – de la demanda de minerales que se requieren para alcanzar dichas metas teniendo en cuenta los distintos retos en electrificación y transformación de las distintas tecnologías que hoy mueven el mundo y los retos para lograrlo. La conclusión evidente es la necesidad de expandir la minería para poder aumentar la oferta lo suficientemente rápido para lograr cubrir la demanda de metales como el litio, el cobre, el níquel o el cobalto, entre otros.

La realidad frente a una eventual eliminación de la participación de los combustibles fósiles de la matriz energética global para 2050 requiere de un análisis amplio, pragmático e informado. Vaclav Smil analiza con la rigurosidad establecida en sus libros los grandes retos frente a las inversiones que se requieren para alcanzar las metas globales de transición energética, las verdaderas posibilidades de desarrollar los grandes proyectos de infraestructura que se requiere para “reemplazar” la generación con energías fósiles y los retos geopolíticos y en innovación a los que nos enfrentamos. La conclusión, por supuesto, es que la energía fósil seguirá siendo parte fundamental de la matriz energética global por muchos años, incluso después de 2050.

Otro de los grandes retos para avanzar en la agenda climática es el nuevo contexto geopolítico. La concentración de minerales críticos en unos pocos países y la necesidad de lograr un suministro de materias primas con los más altos estándares para la extracción exigen asegurar unas cadenas de valor sostenibles y competitivas.

El foro económico mundial aborda en este paper los retos de política pública y otros elementos en la evidente dependencia de minerales críticos que se espera en los mercados globales durante los próximos años.

¿Cuánto carbón consumimos y cuánto más vamos a consumir? Smil (2024) da cuenta de una realidad que se aleja de las permanentes discusiones sobre un presunto final de los combustibles fósiles. La realidad actual da cuenta de este análisis. Desde pandemia, cada año consumimos más carbón que el anterior – aunque cada año creemos que el siguiente se reducirá el consumo -. Según este informe de la IEA, en 2023 alcanzamos una cifra histórica de 8.700 millones de toneladas y se espera que este consumo se estabilice en 2024, ya veremos.

Cuando hablamos de transición energética es fundamental entender la realidad sobre las cadenas globales de valor alrededor de las distintas tecnologías que se requieren para reemplazar una parte de la matriz energética, hoy gobernada por energías fósiles. Este documento genera un aporte desde el avance en la localización de las industrias que están desarrollando la tecnología que se requiere para la transición, abordando los distintos retos y oportunidades frente al desarrollo minero, la geopolítica, la seguridad energética y la sostenibilidad.

La cartografía de la minería con los objetivos de desarrollo sostenible es una publicación tal vez algo antiguo pero con una gran vigencia si se tiene presente ese doble propósito de la actividad minera: contribuir con las metas globales de descarbonización y, por supuesto, contribuir con el cierre de brechas de pobreza. Este documento, liderado por las Naciones Unidas, el Foro Económico Mundial, el Columbia Center on Sustainable Investment y otras organizaciones multilaterales es una valiosa guía para entender cómo la minería bien hecha contribuye al desarrollo.