En níquel para el 2015 se estiman perdidas por US$70 millones
Cerro Matoso ve difícil volver a 50.000 toneladas de níquel
Para el 2015 estima pérdidas por US$ 70 millones. Por primera vez tuvo que ir a la banca para cum- plir sus obligaciones. Los precios bajos, costos elevados y el declive del yacimiento, sus problemas.
La compañía productora de ferroníquel Cerro Matoso no tiene un panorama sencillo en los próximos años. De hecho, para el equipo gerencial de la empresa es prácticamente un hecho que la producción no volverá a los 50.000 toneladas anuales que era el volumen que se procesaba años atrás.
Es tan delicada la situación que este año la empresa pronostica que las pérdidas alcanzarán los 70 millones de dólares, una proyección que está basada en tres elementos, los bajos precios del níquel, la caída en la producción y el alza en los precios de energía.
La tonelada del mineral ha pasado de cotizarse por el orden de los 27.000 dólares a ubicarse por debajo de los 10.000 dólares. No es claro que pueda presentarse una recuperación en el precio; inventarios de níquel de 480.000 toneladas y un consumo de 1,8 millones de toneladas al año, significan que si hoy se deja de producir el mineral en el mundo la oferta existente podría abastecer por un trimestre adicional la demanda global. La misma historia del petróleo: mucha oferta y demanda débil principalmente por la incertidumbre con respecto a China, el principal consumidor de esta materia prima.
El otro factor, propio de la mina de Cerro Matoso, ubicada en Montelíbano, Córdoba, es la disminución del tenor del mineral, si antes de una tonelada de material, de tierra, podían procesar 30 kilos de ferroníquel, hoy solo se pueden extraer 15 kilos.
Así las cosas, la empresa estima que la producción podría llegar de 42.000 toneladas en el 2014 a 30.000 toneladas en el 2020.
Y es que la que antes fue la pujante y principal productora de Latinoamérica del mineral hoy enfrenta el desgaste propio de los años y de la coyuntura.
A esto se le suma que los precios de la energía, que tiene un peso del 50 por ciento en la estructura de costos de la minera, están en aumento. El costo del gas que utilizan para generar está atado a las referencias del combustible de La Guajira, que cada vez tiene más presiones al alza por su escasez.
Esta ecuación, menor producción, más precios bajos, más costos altos, ha puesto a la empresa en una situación nunca antes vista: “Es la primera vez que tenemos que acudir a los bancos para cumplir con nuestras obligaciones”, explicó el presidente de la empresa, Ricardo Gaviria Jansa. “Es nuestra nueva realidad”, remató.
ALGUNAS ALTERNATIVAS
De acuerdo con Gaviria Jansa, para afrontar esta coyuntura la empresa ha iniciado un fuerte plan de recorte de gastos, que el año pasado permitió ahorrar 45 millones de dólares.
En esa línea, este año Cerro Matoso tiene pendiente la renegociación de la Convención Colectiva de Trabajo, en la que la empresa cree que será necesario recortar algunos beneficios para garantizar la sostenibilidad a largo plazo y la conservación del número de empleos.
Lo que no les ayuda en este objetivo es el cambio en el método para calcular las regalías publicado recientemente por la Agencia Nacional de Minería, ANM, que llevaría a Cerro Matoso a desembolsar 13.000 millones de pesos adicionales en regalías al año y 120.000 millones como un pago retroactivo de la liquidación realizada por los periodos de 2007 a la fecha. Cerro Matoso calcula que en la práctica esto significaría pasar de un porcentaje de regalías de 12% a 13,5%. “Las regalías más altas del mundo”, señala Gaviria Jansa.
El otro proyecto a mediano plazo, para aumentar la producción o, mejor, frenar el declive es la explotación de La Esmeralda, una nueva área en la mina que permitiría devolver a la empresa a niveles de producción de 42.000 toneladas durante tres o cuatro años.
El plan está en fase de licenciamiento ambiental y ya concluyó las consultas previas. Requiere una inversión cercana a los 50 millones de dólares. Este proyecto podría entrar a producir a partir del 2020.
Gaviria Jansa sostuvo que hay otros títulos de la mina donde podría haber recursos para explotar, pero con los precios actuales la exploración debe ser aplazada. Hay otra alternativa, que incluso ha sido planteada ante el Gobierno Nacional: que la mina cambie el método para procesar el mineral de metalúrgico a químico.
Es decir, hoy se extrae el ferroníquel mediante un proceso de fundición del material, la idea es que se pueda procesar en unas piscinas de lixiviación, de manera que se pueda sacar mayor cantidad mineral del mismo material.
Sin embargo, a la fecha un proyecto de este tipo es inviable por los altos costos que implica.
Cerro Matoso tiene un contrato de explotación hasta el 2029, pero los precios actuales retan la sostenibilidad de la empresa hasta esa fecha.
Fuente: Portafolio