El abecé del cambio climático
El cambio climático es la transformación del clima debido al aumento de la temperatura en la tierra. Este calentamiento global se atribuye a los Gases de Efecto Invernadero (GEI) y al deterioro de la capa de ozono, que se producen por las actividades humanas relacionadas con la industria, el transporte, la ganadería y la agricultura. El cambio climático ha afectado a los ecosistemas y amenaza la vida en el planeta.
¿Qué son los gases de efecto invernadero?
Los Gases de Efecto Invernadero, al estar en la atmósfera, contribuyen al aumento de la temperatura de la tierra. Los GEI se dividen en dos grupos: los directos, entre los que se encuentran el dióxido de carbono -CO2-; metano -CH4-; óxido nitroso -N2O-; compuestos halogenados; ozono troposférico y vapor de agua, e indirectos como óxidos de nitrógeno -NOx-, monóxido de carbono CO y los orgánicos volátiles diferentes al metano.
¿Qué son las energías renovables y cuál es la diferencia con las no renovables?
Según la Organización de las Naciones Unidas -ONU-, las energías renovables son derivadas de fuentes naturales que llegan a reponerse más rápido de lo que pueden consumirse. Ejemplos de estas fuentes son la luz solar y el viento, que se renuevan continuamente y de donde se pueden obtener energía solar y eólica. En la actualidad, las energías renovables son más económicas en la mayoría de los países, generan tres veces más puestos de trabajo que los combustibles fósiles y producen menos emisiones. Por su parte, las energías no renovables, tales como el carbón, el petróleo y el gas, provienen de fuentes fósiles y por esa razón tardan cientos de millones de años en formarse. Su poder energético se produce al quemarse, lo que produce emisiones en forma de Gases de Efecto Invernadero (GEI). La transición de combustibles fósiles, que representan en la actualidad la mayor parte de las emisiones, a energías renovables, resulta fundamental para abordar la crisis producida por el cambio climático.
¿Por qué las energías renovables son vitales para la transición energética?
Las energías renovables liderarán el crecimiento del suministro mundial de electricidad durante los próximos tres años, ya que, junto con la energía nuclear, cubrirán gran parte de la energía que necesita el mundo hasta 2025, por lo cual se mantendrán controladas las emisiones de carbono. Así lo concluye la Agencia Internacional de Energía -AIE- en su último Informe del Mercado de Electricidad 2023, que, adicionalmente, asegura que la demanda de electricidad crecerá 3 %, impulsada por las dinámicas económicas de China, India y los países del sudeste asiático, que se llevarán 70 % del suministro, mientras que las economías avanzadas buscan ampliar el uso de electricidad para desplazar a los combustibles fósiles de los sectores industrial, doméstico y de transporte. Este panorama, luego de que en 2022 la demanda de energía se contrajera 2 % a causa de la crisis energética y las condiciones climáticas en algunas regiones “Los gobiernos ahora necesitan permitir que las fuentes de bajas emisiones crezcan aún más rápido y reducir las emisiones para que el mundo pueda garantizar un suministro seguro de electricidad mientras alcanza los objetivos climáticos”, asegura el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol.
¿Por qué el sector minero y de hidrocarburos son vitales para la transición energética?
Son varias las razones por las cuales estos sectores son vitales para la transición energética. La primera es que mientras el mundo logra que el transporte, la industria y los hogares funcionen ciento por ciento con electricidad o fuentes alternativas de energía, tales como el hidrógeno, es necesario seguir supliendo la demanda de energía a partir de combustibles fósiles como el carbón, el gas y el petróleo y sus derivados. De igual manera, para la puesta a punto de los sistemas que impulsan las energías renovables y la conducción de electricidad, se requieren los que se han denominado los minerales de la transición: carbón, litio, cobre, hierro, aluminio, tierras raras, oro y otros elementos que permiten la iluminación, conducción y generación de energía.
¿Qué está haciendo el sector minero colombiano para contribuir a la mitigación del cambio climático?
De manera individual, las empresas mineras colombianas han implementado controles y mediciones para la disminución de los Gases de Efecto Invernadero en sus procesos. Y de manera colectiva, la Asociación Colombiana de Minería se comprometió con que las empresas avancen en la implementación del Protocolo sobre cambio climático del programa Towards Sustainable Mining -TSM Colombia-, con el fin de que las empresas midan cómo están actualmente y desarrollen un plan de acción. Adicionalmente, este compromiso, llamado la “Hoja de Ruta del Sector Minero para el Cambio Climático” incluye acciones para promover en el sector la medición anual de la Huella de Carbono y disminuir emisiones de Gases de Efecto Invernadero -GEI-; definir metas e indicadores para reducir los GEI, promover la difusión de las emisiones de GEI y acciones frente al cambio climático, fomentar el reporte de proyectos en el Registro Nacional de Reducción de GEI, Impulsar capacitaciones y proyectos sobre huella de carbono y reducción de GEI a la cadena de valor y fomentar acciones de adaptación al cambio climático acordes a los territorios.
Datos:
- Según la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas, ACP, Colombia aporta el 0,37 % de los Gases de Efecto Invernadero del planeta. De estos, el 59 % los producen los sectores agrícola y ganadero, la deforestación y el mal uso de la tierra. El 31 % está asociado a la generación y consumo de distintas fuentes de energía, siendo más significativo el transporte con 12 %.
- Cada persona genera 5 toneladas de dióxido de carbono al año, lo que influye gravemente sobre el calentamiento global y afecta los ecosistemas