Blog ACM: Cae 28% la inversión extranjera de petróleo y minería

Fecha 27 septiembre, 2024

Por: Juan Sebastian Martínez – Director Económico

De acuerdo a la información publicada por el Banco de la República en su balanza cambiaria, en lo corrido del 2024 (hasta agosto) la inversión extranjera directa (IED) de los sectores de petróleo y minería ha caído 28%. Una caída de esta magnitud había ocurrido dos veces en los últimos 10 años: en 2015, tras la reducción de los precios de los commodities mineros; y en 2020, tras la pandemia. Ahora, en 2024, la explicación solo puede estar relacionada con la incertidumbre jurídica y la muy baja competitividad fiscal para un sector que compite por los mismos recursos a nivel global y que en Colombia, con los niveles actuales de tributación, ya genera rentabilidades muy por debajo de los mínimos esperados para cualquier inversión.

La caída en la IED está acompañada de una fuerte caída en la producción que, de acuerdo a la información del DANE, acumula una reducción de 6,7% en el primer semestre del año. Es más alto frente a las distintas actividades económicas en lo corrido de este 2024. A las menores inversiones, se suman bloqueos y el incremento de una actividad informal e ilegal que permea la ya disminuida actividad económica en el país y pone freno al desarrollo de las actividades normales alrededor de la minería a todo nivel: minerales metálicos, materiales para la construcción, carbón, coque e incluso la exploración.

La reducción de la actividad minera no se puede ver como un fenómeno aislado del comportamiento económico nacional. Los encadenamientos que se desarrollan por los más de 15 billones de pesos en compras de bienes y servicios que realiza el sector al año; el empleo que genera: de calidad, bien pago; y, la gobernanza e institucionalidad en los territorios que se desarrollan en los municipios donde se encuentra la actividad formal, son solo algunos de los ejemplos por los que constructores, transportadores, pequeñas industrias, consultores, ferreteros, emprendedores, agricultores y muchas otras actividades del aparato productivo de los territorios ven una oportunidad en la industria minera para generar desarrollo

Es por esto que la dinámica del sector, su competitividad fiscal, su certeza para realizar inversiones resultan dinamizadores de la economía y la estabilidad fiscal del país. La caída en las inversiones, a su vez, debe ser una alarma para que la política minera y tributaria no responda a una aparente necesidad de corto plazo que perfore las verdaderas oportunidades del futuro.