El mundo necesita de los combustibles fósiles para producir energía asequible
Un reciente artículo de la Asociación Mundial del Carbón -WCA- asegura que los combustibles fósiles siguen siendo una fuente de energía asequible y abundante, sobre todo en las economías emergentes, donde la demanda crece rápidamente.
La nota señala que en 2022 el consumo mundial de carbón superó por primera vez los 8.000 millones de toneladas en un solo año, siendo China e India los dos mayores consumidores.
El sector energético chino representa un tercio del consumo mundial de carbón. Mientras tanto, con una tasa de crecimiento del 6% anual, India ha duplicado su consumo de carbón desde 2007, y se espera que lidere el crecimiento del consumo de carbón en los próximos años.
Datos del Statistical Review of World Energy, citados en el artículo de la WCA, muestran la dependencia del carbón en las economías emergentes y desarrolladas:
- Sudáfrica es el país más dependiente del carbón del mundo, con un 69% de su consumo de energía primaria en 2022.
- En el mundo, los tres primeros consumidores de Carbón en 2022 fueron China, con 52%; India con 15% y Estados Unidos, con 13% del consumo mundial.
De igual forma, la demanda de carbón ha disminuido en muchos países desarrollados:
- El consumo de carbón en Estados Unidos ha caído casi un 50% en comparación con principios de la década de 2010.
- Francia sólo tiene un 2,5% de su consumo de energía primaria procedente del carbón, una cuota que es sólo la mitad de lo que era a principios de la década de 2000.
- En Alemania, la mayor economía europea, el carbón sigue representando el 18,9% del consumo total de energía.
Según la WCA, estas tendencias subrayan los retos a los que se enfrentan las energías renovables para satisfacer las necesidades de seguridad y fiabilidad energética de los países desarrollados. La transición energética de Alemania se enfrenta a problemas como el elevado coste de la energía y un suministro insuficiente de energías renovables, que afectan a su economía.
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Por el contrario, el enfoque energético de Suecia refleja un cambio, pues ha incorporado la energía nuclear a su combinación energética y se ha alejado de los estrictos objetivos de energía verde.
El artículo afirma que en Norteamérica y Europa se observa una disminución en el consumo, pero que los países no miembros de la OCDE han aumentado su uso, están aprendiendo de los errores y creen en los recursos naturales para crear un suministro energético sólido que incluya todos los combustibles y tecnologías.
Mientras navegamos por estas complejidades, el carbón sigue desempeñando un papel importante en la satisfacción de la demanda energética mundial.