Blog ACM: La minería en el Plan Nacional de Desarrollo
Por: Sebastián Martínez – Director Económico ACM
El papel de la minería en el PND que acaba de ser aprobado va mucho más allá del de generar un conocimiento geocientífico del subsuelo y el apalancamiento de la diversificación productiva y la asociatividad en los llamados “Distritos Mineros”. En las distintas metas relacionadas con el Plan de Gobierno se encuentra, de manera inherente, la minería.
El Plan busca cerrar las brechas de pobreza, impulsar la equidad de género, promover el emprendimiento y la industrialización, promover el empleo y el ingreso digno, generar bienestar en los territorios locales donde se desarrollan proyectos a partir de la contratación de mano de obra local, impulsar la infraestructura social, el acceso a la educación, la ciencia tecnología e innovación, la infraestructura de transporte, el saneamiento básico, la protección del agua, entre otros, y la minería lleva años contribuyendo a cerrar cada una de estas brechas.
El PND establece como meta para 2026 reducir 6,5 puntos porcentuales (p.p.) la incidencia de la pobreza multidimensional. La minería ya avanza en este proceso. En los municipios mineros la pobreza multidimensional se redujo 21,5 p.p. en 7 años, entre 2011 y 2018, y esta reducción tiene mucho que ver con la actividad minera pues está relacionada con la generación de empleo, los encadenamientos, las inversiones sociales y el mayor presupuesto de inversión pública por cuenta de la minería.
De hecho, en cuanto a la generación de empleo el PND establece como objetivo la contratación del 50% de la mano de obra local. Para la minería esto no es nuevo ya que según cifras de la Encuesta de Desarrollo Sostenible de la ACM en 2021 el 60% de los empleos directos son del área de influencia de las operaciones, empleo que además de contar con todos los elementos asociados a la protección social es el mejor pago dentro de los distintos sectores económicos del país, en particular para las mujeres, en línea con la promoción de una política de trabajo decente y digno, así como del cierre de brechas de género que impulsa el Plan.
En cuanto a la equidad de género es de destacar el incremento de la participación de las mujeres en el mercado laboral minero. De acuerdo a la información del DANE en el primer trimestre del año (2023) la participación de la mujer alcanza el 18%, una cifra superior al de otros sectores de la economía “masculinizados” como la construcción y el agro e igualmente superior al promedio mundial donde, según el IGF, se estima en 15%. Es necesario reconocer aquí la inmensa labor que han realizado las empresas mineras para cerrar las brechas de género en el acceso a trabajos normalmente operados por hombres a través de la mecanización, automatización, capacitación y promoción, muchos de estos mecanismos implementados como parte de una política de equidad de género y muchos otros como parte de una cultura organizacional alrededor del empoderamiento de la mujer en el sector.
Ahora, en cuanto a la reindustrialización como pilar del desarrollo y que materializa el PND en distintas metas alrededor del incremento de las exportaciones “no minero energéticas” es clave recordar que en un año normal la minería realiza compras por encima de 9 billones de pesos en el territorio nacional, equivalente al 10% del total de las ventas externas no mineras del país, una demanda agregada que no solo impulsa los encadenamientos sino que además se preocupa por fortalecer el tejido empresarial local. Según información de ACM, el 81% de las empresas mineras implementa acciones para fortalecer el aparato productivo local en su cadena de valor, a través de iniciativas como acompañamiento, desarrollo de capacidades, formalización, pagos anticipados y priorización de búsqueda y compras con proveedores locales, entre otros.
También destacamos la importancia de la inversión social y ambiental con la que contribuye la minería. En 4 años el sector invirtió 626 mil millones de pesos en inversiones sociales y $1,9 billones de pesos en inversiones ambientales, una inversión enfocada en la protección de las comunidades a través del cierre de brechas en educación e infraestructura así como de la protección del agua, el aire y la reforestación. Es así como solo en 2021 se otorgaron 1.896 becas educativas, se beneficiaron 362 mil personas de los programas de inversión social y se han implementado distintos programas de mitigación o adaptación al cambio climático relacionado con economía circular, eficiencia energética, reconversión tecnológica y la implementación de una hoja de ruta para la reducción de emisiones en concordancia con el Estándar de Minería Sostenible adoptado por la ACM para implementar con sus empresas.
Estos son solo algunos ejemplos que evidencian que la minería es un aliado del desarrollo del país. El documento “Minería en Cifras” – recientemente publicado por la ACM – evidencia otros aportes al desarrollo que se realizan desde la minería y que destacan que a través de la minería se puede fortalecer esa concurrencia alrededor de alcanzar las metas que se ha puesto el país.