Educación, salud, música y deporte, áreas que apoya el sector minero

Fecha 18 octubre, 2019

El compromiso de la industria minera con el desarrollo sostenible de los municipios del país en donde tienen sus operaciones, no solo pasa por las acciones en los temas de biodiversidad y medio ambiente, sino de apoyo a la población más joven de estos territorios, ya sea para mejorar sus condiciones de salud o educación, o en la formación de valores y habilidades personales.

Así, niños y jóvenes de La Guajira, Cesar, Magdalena, Córdoba, Antioquia, los santanderes y Cundinamarca vienen recibiendo los beneficios y el apoyo que les otorga el sector minero con auxilios, becas, la construcción y dotación de comedores escolares, programas de iniciación musical y formación en diversos campos, entre otros.

En el norte del país, Cerrejón resalta su apuesta a la generación de valor social en la región, a través de la educación, asegurando el bienestar y el desarrollo de las comunidades vecinas, y por eso aplican los más altos estándares para llevar a cabo estas gestiones.

Hoy, cuentan el programa Excelencia Cerrejón, que es una realidad luego de que en 2013 se firmara un convenio para la implementación de este fondo educativo patrocinado por la compañía con el fin de apoyar el acceso a la educación superior universitaria y técnica de la población guajira, mediante patrocinios y ayudas económicas.

Por otro lado, el proyecto ‘Mi Bici’ es una muestra del privilegio de usar este medio de transporte y lo amigable que es con el medio ambiente. “En Cerrejón y su Fundación celebramos lo mucho que ha cambiado la vida de los 320 beneficiarios de este programa, así como de sus familias y sus comunidades. Minimizar la deserción escolar, mejorar los niveles de rendimiento académico, reducir el tiempo de recorrido hacia la escuela, además de una solución para el acarreo de agua hacia sus rancherías son algunos de los objetivos cumplidos de este programa”, señala la organización.

Drummond, a su vez, como parte de la estrategia de Responsabilidad Social Corporativa, busca el desarrollo integral de las comunidades de sus áreas de influencia, con el fortalecimiento de las capacidades locales y la promoción del capital humano, brindando herramientas y acceso a mejores oportunidades, a través de la educación y la formación, y el fortalecimiento institucional y comunitario.

En ese sentido, desde el inicio de sus operaciones, se enfocó en mejorar la infraestructura educativa y a la fecha ha beneficiado a los municipios del área de influencia, con la construcción, ampliación y dotación de más de 705 aulas escolares, con más de 28.000 beneficiados.

Adicionalmente, ha apoyado la construcción y dotación de cerca de 50 comedores escolares que han fortalecido los programas de nutrición infantil, contemplados en las políticas nacionales del ICBF, con más de 13.500 beneficiados.

Así mismo, además de fomentar los deportes en las escuelas, Drummond le ha apostado al desarrollo del talento artístico, con el apoyo en la conformación y consolidación de 13 escuelas musicales en las poblaciones de Codazzi, Becerril, La Jagua de Ibirico, El Paso y Bosconia, con más de 3.400 beneficiados.

La empresa también apoya a la Fundación Casa en el Árbol, que transforma las vidas de mujeres cabeza de familia, niños, jóvenes y líderes de sectores vulnerables de los barrios El Milagro y Ciudad Equidad, de Santa Marta, y el corregimiento de Cordobita, en Ciénaga, con proyectos de emprendimiento, deporte e inclusión laboral y apoyo psicosocial.

Hoy son 130 estudiantes sobresalientes del Cesar y el Magdalena, de bajos recursos, que son beneficiados con las becas universitarias que ofrece la compañía, y más de 712 jóvenes que se han beneficiado del programa In House, que forma al personal del área de influencia minera como operadores de equipos pesados. Además, más de 7.700 hijos de empleados se han beneficiado de auxilios educativos.

En el sur de Córdoba, una de las líneas de acción de Cerro Matoso del Programa de Educación Ambiental son los Proyectos Ambientales Escolares (Prae), que se desarrollan en las instituciones o centros educativos existentes en el área de influencia directa.

Los Prae son una herramienta educativa que permite que los estudiantes, a través de la educación ambiental, adopten conciencia, sensibilización y hábitos en relación al buen uso de los recursos naturales. La construcción y apropiación de este proceso en el aula les está apostando a las generaciones más jóvenes del territorio e incentivando que se presente compromiso, prevención y reducción de los impactos ambientales existentes en las comunidades.

“Para Cerro Matoso incluir a la niñez en las líneas de acción del Programa de Educación Ambiental garantiza la no repetición de prácticas sociales, económicas o culturales que presenten o generen desequilibrio en el ecosistema de la región, y a su vez propicia participación, conocimiento y apropiación desde muy temprana edad en procesos ambientales que inciden y se relaciona con el futuro de su territorio”, afirma la empresa.

Esto ha permitido la conformación de semilleros ecológicos (ubicados en La Odisea, Puente Uré y Centro América) y grupos juveniles ambientales (Bocas de Uré, Torno Rojo, Pueblo Flecha y Puerto Colombia), la construcción de cinco Praes significativos bajo los lineamientos de la Política Nacional de Educación Ambiental (PoNEA) y seis proyectos de Aulas Viveros y una Huerta Escolar instaladas para la profundización de conocimientos en prácticas de conservación, cuidado y uso sostenible de los recursos naturales autóctonos de la región.

En Antioquia, Continental Gold hace parte de la Red Colombia contra el Trabajo Infantil, que es liderada por el Ministerio del Trabajo y Pacto Global, y cuenta con 19 empresas adheridas y 15 aliados estratégicos que buscan promover los derechos de los niños, niñas y adolescentes.

Y como Empresa Familiarmente Responsable (EFR), tienen programas que impactan a niños y jóvenes de Buriticá, algunos son hijos de los empleados y otros de las comunidades.

Cuentan además con programas propios y en alianza, que benefician a niños y jóvenes de Buriticá y de municipios vecinos. Entre ellos, Semillero Vigías del Patrimonio (para motivar a las nuevas generaciones para la valoración del arraigo y el patrimonio cultural); Saludablemente (prevención del consumo de sustancias, Spa y embarazo adolescente); Vacaciones Recreativas, Ludoteca Experimental (alianza de Continental Gold con Comfenalco Antioquia); Programas Escolarizados de prevención y actividades complementarias.

También adelantan programas de mejoramiento de escenarios deportivos, unas obras que fueron priorizadas por las comunidades, en reuniones de trabajo con Continental Gold, con 100 familias beneficiadas de las veredas Higabra, Mogotes y Las Cuatro.

Anglo Gold, desde Minera de Cobre Quebradona, implementa tres programas con niños y jóvenes en el municipio de Jericó con enfoque educativo y cultural: el primero es de iniciación musical, que tiene como objeto aprovechar mejor el tiempo libre y desarrollar y fortalecer las capacidades artísticas y musicales, que además hacen parte del ADN de Jericó como Atenas del Suroeste antioqueño. Con este programa se han beneficiado 379 niños del municipio.

El segundo es el de fortalecimiento educativo en inglés, que busca mejorar y desarrollar las capacidades de los niños de esa población en el aprendizaje de esta segunda lengua y que les permita un mejor desempeño en las Pruebas Saber, para facilitar el acceso futuro a la universidad (se benefician 335 estudiantes).

Y el tercero es “Teatro como recurso para la educación ambiental”, que desarrollan de la mano del grupo de Teatro Experimental de Jericó – Tejer y que se realiza en siete escuelas rurales del municipio y en uno de los colegios de casco urbano, con el cual se fortalecen y desarrollan las capacidades artísticas y teatrales de los niños (se benefician 150 niños de Jericó tanto del área urbana como rural).

A su vez Gran Colombia Gold cuenta con su iniciativa ‘Educación para el Desarrollo’, compuesta por varios programas, pero la que más resalta es la construcción de la Institución Educativa Gimnasio La Salada (en asocio con la Fundación Angelitos de Luz).

Para el mes de diciembre inauguraron la sede del bachillerato del único Instituto Educativo bilingüe en el Nordeste antioqueño. “Ya tenemos sede primaria donde contamos con dos profesores voluntarios del extranjero, que se vinieron a vivir a Segovia-Antioquia, traídos por la compañía y seis docentes más bilingües de diferentes partes del país”, explica la organización.

Son más de 6.500 personas, entre estudiantes y docentes, las beneficiadas. Más de 1.500 becas entregadas en la I.E Gimnasio La Salada; desarrollo de programas de ‘Fútbol por la Paz’, a través de Fútbol con Corazón con la I.E. Gimnasio La Salada (500 niños) y en los barrios Campo Alegre (75 niños) y 20 de julio (70 niños).

Al igual que el desarrollo de programas de escuela de padres por medio de Red Papaz con 10 instituciones educativas de los municipios de Segovia y Remedios; la implementación de cuatro aulas amigas inteligentes en la I.E Gimnasio La Salada y la Plataforma Saberes (donde los padres, estudiantes y docentes tienen de forma digital el seguimiento de sus hijos).

La compañía Mineros desde 2017 participa en un convenio con la Caja de Compensación Comfenalco Antioquia, en la estrategia ‘Gestación a Dos Años’, cuyo objetivo es articular acciones de atención integral dirigidas a las madres gestantes, lactantes, niños y niñas desde el nacimiento hasta los dos años de edad, propiciando mejores condiciones para el desarrollo humano y el fortalecimiento del rol educativo de la familia, en aras de disminuir los riesgos físicos y psicosociales de los niños y niñas.

Mineros Aluvial brinda transporte fluvial para el equipo de trabajo del programa, facilitando su desplazamiento hasta el corregimiento de Bijagual, ubicado en Nechí, con material educativo requerido para cada encuentro, así como el traslado de los complementos nutricionales entregados a las familias. Se atiende un total de 26 familias.
“Es importante para nosotros vincular a las comunidades en este tipo de estrategias con el fin de continuar construyendo entornos protectores para la primera infancia, mejorando su calidad de vida y apostándole a la sostenibilidad”, manifiesta la empresa.

Santanderes y Cundinamarca

En Santander, Minesa –en el marco de la agenda de respeto a los Derechos Humanos, y asegurando las mejores prácticas del sector minero con la comunidad– con el Proyecto Soto Norte ha priorizado el bienestar de la niñez. Por eso, en 2017 estableció con Unicef una alianza para desarrollar un modelo de gestión público-privado para la protección de la niñez en la minería (modelo que sería pionero en el mundo).

Como parte de este compromiso, Minesa –como caso piloto– desarrolló una herramienta de debida diligencia en Derechos Humanos con diferencial en niñez, con el acompañamiento de Unicef y Deloitte. “El conocimiento que estamos generando, sobre lo que supone el Due Dilligence con la niñez, lo queremos compartir con otras empresas mineras que servirán a la industria para mejorar sus procesos de identificación y gestión de riesgos sociales con la niñez”, dice la compañía.

Esta presentación se realizará próximamente en articulación con las instituciones competentes del país. Con esto, el Proyecto Soto Norte sería identificado como el primer proyecto minero en la protección de los Derechos Humanos con enfoque diferencial en niñez.

Cementos Tequendama SAS, por otro lado, dentro de sus programas sociales en su área de influencia del municipio de Suesca (Cundinamarca), inició en 2008 una escuela musical en la interpretación de instrumentos de cuerda frotada (violín, viola, violonchelo y bajo), la cual se constituyó en la Orquesta Infantil de Suesca, con una participación de 45 niños y niñas.

De esta experiencia una vez que crecieron los niños y niñas quedó conformada una camareta de jóvenes y tres de sus integrantes escogieron como formación profesional el estudio de la música. La escuela de formación musical se ocupó desde su inicio de mantener vivo un semillero de niños y niñas de nuestra área de influencia con una participación actual de 25 niños y niñas en la interpretación musical de estos instrumentos y en la conformación de una coral.

Estos ejemplos permiten evidenciar el compromiso del sector minero, no solo con el desarrollo sostenible de los municipios donde operan, sino con los niños y jóvenes de esas regiones para mejorar sus condiciones de salud, educación, en la formación de valores y en sus habilidades personales.