Blog ACM | Minería industrial, la base de la reactivación

Fecha 15 septiembre, 2021

Por: Sebastián Martínez – Director Económico ACM

Mucho se habla de reactivación económica y la importancia del crecimiento sectorial para recuperar el tamaño de la economía, reducir los niveles de pobreza y de desempleo. En esta discusión, la construcción se perfila como un gran protagonista gracias al repunte de importantes obras de infraestructura y edificaciones tras el peor pico de la pandemia, junto con la apuesta regional y nacional por desarrollar infraestructura en el país.

Las obras que ya iniciaron y las que se espera que inicien como: la construcción del metro de Bogotá, las vías de cuarta y quinta generación, los programas de vías terciarias y la construcción de vivienda, impulsarán el crecimiento económico durante los próximos meses.

Solo en vivienda hemos visto como en el primer semestre de 2021 se ha incrementado 7,2% el crédito hipotecario, las nuevas áreas de construcción habitacional han aumentado 73%, alcanzando valores que no se veían desde el primer trimestre de 2019, – incluso las oficinas, que auguraban una reducción en la demanda por la implementación de la virtualidad, han incrementado en 78% el inicio de obras frente al año anterior -. Así mismo, las licencias de construcción, que anticipan el comportamiento de edificaciones en el corto plazo, han aumentado 47% en los primeros seis meses del año.

En cuanto a la infraestructura, los avances en lo corrido del año son menores frente a sus expectativas. No obstante, el Indicador de Producción de Obras Civiles del DANE muestra un avance del 5% en el primer semestre del año frente al mismo periodo del año anterior, aunque se espera tenga un crecimiento importante conforme avancen los planes de infraestructura previstos para este, y los próximos años, en los que se tienen previstos más de 100 billones de pesos en inversión.

Es así como en lo corrido del año (hasta julio) los despachos de cemento se han incrementado 28% frente al año anterior alcanzando una producción histórica de 7,7 millones de toneladas en los primeros 7 meses del año.

Esto que parecen todas muy buenas noticias al final se traducen en grandes retos para la institucionalidad minera en el país.

La demanda de minerales que se requieren para abastecer esta dinámica de manera competitiva exige de un incremento en los recursos y reservas de minerales no metálicos de manera ágil.

Los altos costos logísticos para la movilización del mineral obligan a que las fuentes de calizas, arcillas, arenas se puedan explotar cerca de los frentes de obra para realizarlas con precios competitivos y evitar incentivos perversos por la compra de minerales ilegales, explotados sin ningún permiso ambiental o minero.

Así mismo, la dinamización de la vivienda impulsará la demanda por bienes finales – acabados y otros elementos cerámicos – que si no agilizamos los permisos para la extracción de diferentes tipos de arcillas y arenas para su producción nos veremos amenazados por la importación de estos bienes en el mercado. Recordemos que por cada empleo que se genera en el sector minero para la extracción de minerales industriales se generan 300 empleos adicionales en la producción cerámica y 300 más en la comercialización.

Es así como el impulso en la reactivación económica que jalone la construcción traerá grandes retos para el abastecimiento de minerales en el país, por lo que resulta fundamental fortalecer los mecanismos para agilizar los procesos que permitan incrementar las reservas de estos minerales, de manera legal y competitiva, y evitar una sustitución por fuentes ilegales o bienes importados que impidan un impulso integral de la construcción en todos sus encadenamientos.